-¿Vienes?- me preguntó mi colega.
-Ahora entro, voy a fumarme otro...
Mis amigos se metieron en el bar mientras yo me encendía otro cigarrillo y miraba hacia la calle oscura, vacía y apenas iluminada por algunas farola de luces débiles. Di varias caladas mientras miraba el cielo, casi sin estrellas, de la ciudad. No hacía frío, ya acechaba la primavera desde los rincones.
Miré entonces a un lado y allí estaba yo, de pie. Había aparecido de improviso, fumándome un cigarro y con la vista en algún lugar. Al principio me asusté, era yo mismo el que estaba a mi lado, fumándome un cigarrillo y mirando hacia cualquier parte. Me armé de valor y hablé.
-¿Qué haces aquí?
-Lo mismo que tú, emborracharme, fumar...
Ya sabía a qué había venido, yo estaba allí para tocarme la moral, molestarme y soltarme un par de golpes.
-¿Sabes que la quieres no?
-No digas idioteces, qué sabrás tú...
-No seas estúpido- dijo mientras me dirigía una mirada un tanto burlona-. Ya sabes lo que hay.
Iba vestido igual, examiné su figura. Era más alto de lo que pensaba.
-No estoy seguro.
-Bueno, es normal, pero ten los pies en la tierra, decidas lo que decidas.
-No creo que la quiera- me miré entonces con severidad.
-A mi no me puedes engañar, ya te digo que es lo que hay. Y si te lo digo yo, va a misa, lo quieras acatar o no... No puedes escondérmelo.
Me miré con una mezcla de resignación y rabia. Tenía razón, ese papel de duro me venía un poco grande.
-¡Oye, tú! ¿Vienes o qué?- mi colega me llamó desde la puerta del local, yo ya no estaba fumando.
Yo había desaparecido, y estaba de pie, con la colilla del cigarrillo apagada y aún en la mano. Al fin reaccioné.
-Sí, sí, claro- tiré la colilla al suelo y la pisé un poco a pesar de que ya estaba apagada-. Vamos.
"Toda mi vida en Ruinas ante mis ojos, y caí en la cuenta de que hagas lo que hagas, al final va a resultar una perdida de tiempo, asi que tampoco importa demasiado si te vuelves loco" Jack Keoruac.
miércoles, 29 de febrero de 2012
miércoles, 15 de febrero de 2012
Detalles de un año entero I
La luz cambiante del final del día,
Aulas amarillentas a partir de las doce, color de pergamino,
Mentes despiertas al calor del invierno.
Así es la protoprimavera.
Aulas amarillentas a partir de las doce, color de pergamino,
Mentes despiertas al calor del invierno.
Así es la protoprimavera.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)