jueves, 25 de junio de 2015

IV (VII)


"¿Qué te ocurre en los ojos?"

Recibió la pregunta con extrañeza, mientras sujetaba el café del desayuno frente al lugar donde trabajaba. Podría haberle preguntado si había dormido bien o si estaba cansada, pero le había preguntado sobre la ocurrencia de sus ojos.

Se dibujaban unas líneas oscuras justo en la frontera de su mirada. La piel parecía hincharse  y guardar los restos de una batalla, refugiándose los supervivientes en algún lugar, en la profundidad de sus mejillas.

Ya había perdido la cuenta, y entre las líneas del almanaque se escondían escenas borrosas. Había ido naufragando su esperanza cuando todo lo inundó el ruido de las hélices, mientras la confusión se apagaba y comenzaba a enraizarse la piel en los huesos.

No supo responder qué le ocurría a sus ojos, que aún andaban haciendo balance de daños cada noche, mientras ella dormía. Algo sucedía y se cosechaba en las madrugadas, sin embargo, para el desayuno solo restaban la amnesia y carretes velados.



"Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado."

Juan Gelman

domingo, 21 de junio de 2015

V (VI)


Ayer, 157.766.400 segundos después.

Cuando saltó la baraja él se enteró con retraso.

Los recuerdos aceptaron su derrota e iniciaron la huída con una aparatosa y desordenada evacuación.

Viajó a los lugares comunes y no se reconoció. Vagó, trató de volver a descubrirse, encontrarse, y fue incapaz.

Ella sí entendía el juego, buscando entre los tesoros del pasado solo se encuentran postales amarillentas y monedas devaluadas.

Los ejércitos de la memoria emprendieron la retirada, hostigados por las guerrillas revolucionarias del olvido.

Quedaron los dos separados, con los pulmones llenos de alquitrán y la sensación de que la vida existe en otro lugar.




"Se fue dejando un rastro de confeti,
la luz del garaje encendida."

Quique González