jueves, 22 de diciembre de 2011

Parte II: El Sitio

-Hace casi seis meses que no nos vemos en condiciones.

No debí darle jamás aquellas copias del portal. Me detuve en seco y me quedé allí mirándola.

-¿Qué haces aquí?- pregunté sin poder disimular mi asombro. Estaba viva, increíblemente viva.
-Vine a visitarte, ¿No te alegras de verme?
-Dame esas llaves ahora mismo.

Ella sonrió y sacó de su bolsillo un par de llavez plateadas unidas a una argolla. Las sostuvo un rato y me las tendió.

-Cógelas, son tuyas- dijo mientras seguía sonriendo y mostrando esos dientes malvados.

Me removí un poco en mi incómodo abrigo de invierno, la última venda era insoportable, y me obligaba a tener el brazo pegado al cuerpo en todo momento. Me ponía muy nervioso sentirme invalido aún. Extendí mi brazo izquierdo, cogí las llaves y me las lleve al bolsillo.

-¿Vas a volver pronto al frente?- preguntó con desprecio, ya no sonreía.
-En cuanto se cure mi brazo.

Fuera comenzaron a sonar sirenas y detonaciones. Los disparos lejanos eran algo a lo que uno se termina acostumbrando, hasta el punto de que no se da más cuenta de ellos.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Opress by the figures of beauty

Cada vez que apareces en un sueño, parece que es para alquilar una habitación individual en mi mente, aunque solo sea por unos pocos días.

Ya se acabaron las largas estancias en salas comunes, los largos paseos calle arriba, calle abajo y las travesías en metropolitano de tu estación a la mía. Ni mi amarrar en tu puerto ni las noches de teclado, auricular o lengua se salvan de esta purga.

Tus visitas no son más que rellanos de esta escalera, este camino hacia el suelo desde el mundo de las ideas a lo terrenal, que se interrumpe y reanuda constantemente cuando termina otra serie concreta de escalones.

Poco a poco, peu à peu, sin más, llegará un momento en el que quizás ni nos acordaremos de la existencia del otro, de la antítesis de esta tesis reforzada.

Te recuerdo, sí, te evoco en cada rellano de escalera, en cada descansillo.

No eres más que una ilusión, una ilusión fundada en sólidas bases, pero una ilusión a fin de cuentas.

Me dispondré a seguir pisando escalones para que tu hagas el chek-out y te marches de mi pensión de mala muerte, lo dejaré pasar ahora, pero en un futuro no habrá deseo o zaguán que te mantenga cerca más de la cuenta.


Vamos allá. Creo que es la primera vez en mi vida en la que subir, se tornaría mil veces más fácil que bajar, pero toca bajar, los tiempos de ascenso parecen ya lejanos.

Al menos, estas visitas traicioneras, cada vez ocurren con menos frecuencia

Buenas noches, chica.


Try to kill it, all away,
But I remember, everything.

martes, 20 de diciembre de 2011

Te quiero, más o menos, pero te quiero

Hoy se me ocurrió dormir un poco más, mal asunto.

Acabo de desvelarme, después de que se desvaneciera ese halo de misterio que tienen los sueños, justo cuando te despiertas y parece de verdad, como si soñaras despierto y te lo creyeras.

Aún resuena infantil y dulce tu voz, mientras me preguntas el por qué del tequiero, que en un delirio se me ocurrió grabar con permanente en la carátula de un CD tuyo, de canciones de amor grabadas, que no recuerdo, y descargadas ilegalmente.

Tú me preguntas el motivo del por qué, en ese tono que ya conozco, y justo después, me miras una milésima para después desviar tus ojos a otra parte, como huyendo.

Unos segundos después de abrir los ojos, se me ocurrió que, quizás, querrías venir al cine un día de estos. Pero quemé mi valentía demasiado rápido elucubrando y preparandome a construir castillos de naipes otra vez.

Pero los "Y si...?", "Quizás...", y los "Pudiera ser..." se antojan más ridículos que nunca.

Te acabo de ver, en ese mismo sueño, alejándote por una calle neblinosa, gris, por la que antes yo también caminaba contigo, cuando me parecía el mejor lugar del mundo. Te ibas andando tranquila, sola, dándome la espalda. Aunque no me quedó claro si habías empezado a alejarte o si yo dejé de andar a tu lado.

La única esperanza que tengo es que eso no ocurrió antes de que yo escribiera mi tequiero sobre tu música, mientras que tu atendías distraída a otras cosas, tu andar distante no era el final del sueño, era solo otro evento que ocurría entre mi andar junto a tí, y mi tequiero repentino.

Me alegro de haberlo escrito enseguida, por la mañana no me hubiera acordado de nada. Te quiero, chica.

Buenos días a las 6:46


And that was called love for the workers in song
probably still is for those of them left.

Ah but you got away, didn't you babe?,
you just turned your back on the crowd,
you got away, I never once heard you say,
I need you, I don't need you,
I need you, I don't need you
and all of that jiving around.

viernes, 16 de diciembre de 2011

"Post Data para la visual desconocida" Carta al Muerto

Y que esperas que yo te diga de ella, si todo lo que te haya podido decir lo dije ya. Que ya después de elogiar y mamar de las loas que me cuentas de esos ojos, que "se cogen de la mano sin darse cuenta", poco queda ya que decir o animarte a hacer.

Ni siquiera sé del color de esos (tus) ojos, ni si el rubio del que me hablas (tu rubio) no es más que el fruto de un delirio, más profundo que deseado.

No sé si merecerá (mereces) la sangre o la tinta aquella de la que hablas, lo que si sé es que sí merece (tú) la pena.

Me darás la razón, simplemente porque muchas veces la tienen los ignorantes, los que miran desde fuera, el público, los que no conocen...

Ay, Muerto, que vida, amigo. Me alegro de que andes colgado de ciertas faldas rubias o verdes o azules. Más que nada porque, como ya dije, a mi parecer de ignorante, es (eres) lo que mejor encaja con este puzzle incompleto, de piezas que a veces recortamos, para que todo encajara a la fuerza y mal. Ahora quizás, las piezas no tengan que ser limadas o retocadas, quizás encajen, simplemente, sin más.

Un gran abrazo, compañero, espero verte todavía.

P.D: También a vos, señorita desconocida después de todo, pero agradable y bella como seguramente seas, ya que me contaron, sin exagerar, que hipnotizas a muertos, viajeros y vivos por igual, siendo a veces estos, todos uno. Y es que en esto de la belleza no basta a veces con ver, a veces solo basta con escuchar las vehementes palabras de un loco, porque aquí no existen los expertos, solo los escritores y los enamorados, y ahora también, los dos en uno.

Carta de Respuesta a: http://tenegroconleche.blogspot.com

viernes, 2 de diciembre de 2011

Bastan milésimas para perder el control, el resto del segundo simplemente sobra.

En momentos como estos, los recuerdos que se quieren tener son muy exclusivos. Hay personas que pueden llegar a pensar que una vida se compone de la cantidad de cosas que se han hecho, y yo les digo simplemente que se equivocan.

Simplemente no, ahora, más que nunca, sé que una vida se compone de los momentos en los que te sentiste arder, como si miles de hojas secas se prendieran de pronto dando de lado a la razón, una vida se compone de los momentos en que notaste una presión desde la boca del estómago hasta la garganta.

Sé mejor que nadie, y ahora más que nunca, que mi vida se compone de la cantidad de veces que sentí perder el aliento de golpe, sabiendo que amaba a alguien. Sin más.

domingo, 20 de noviembre de 2011

RED VELVET

Hay días de esos en los que uno se levanta con ganas de no decir absolutamente nada de provecho en los que las comas y los puntos no son mas que cosas que pasan demasiado rápido como para asimilar el lugar donde deben estar colocados

Uno simplemente se pone a escribir sin nada que decir

mientras por la cabeza
se le cruzan miles de pensamientos inconexos y con proyecciones mil como si estallaran mil guerras al según y con todas las armas se fueran construyendo historias de alocado dramatismo y sangriento amor

son días de esos como en los que empiezas a pensar
que que mas dará todo si nada importa mas que lo que mas
quieras pensar en el instante previo al colapso mental

Con miles de fascistoides imponiendo hoy su criterio yo me río entonces de todos ellos mostrando los dientes al cielo y mi cara al césped sin más preocupación que el por qué de tanta locura impertérrita y común entre los hombres y mujeres de este mundo

con las ganas de escribir cualquier cosa sin sentido que adquiera su propio fin y camino a partir de las ganas de no decir absolutamente nada

por que te odiare y te querré tanto mientras los cientos de miles de millones de billones de terabytes que forman todas las estrellas se entrelazan como si fueran amigos o partes de un mismo parecer común

Sentados aquí y allá
en escaleras parisinas
o en adoquines portugueses me gusta quedar mirando las luces de las farolas mientras que me enciego con mis historias de mil locuras sobre el pavimento y a medio camino entre algún lugar y un punto de origen que aún estoy intentando concretar


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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Niveles de alarma

Quizás es mejor no tratar de pararse ante el carro de combate. Quizás sea mejor permanecer impasible a la espera de la mejor ocasión.

Se debe entender que parchear no es curar, y me parece a mí que lo podemos entender fácilmente si miramos un poco hacia atrás. Nunca lo pensamos, pero hace ya tiempo que se decretó en esta situación el estado de emergencia. Nos aprestamos a intentar solucionar las cosas, pero está claro que llegamos tarde, y en este caso "todos los recursos" eran tres palabras completamente insuficientes.

Nos miramos los dos en su día prometiéndonos viajes, aventuras y felicidades. Sin embargo, ya pasado ese momento, asistimos al derrumbe de nuestro castillo de sillarejo sobre bases de naipes. Nos aferramos a nuestros ideales, los que teníamos antes de nosotros, con el miedo, quizás o no, a que si avanzáramos demasiado, las cosas pudieran llegar a funcionar.

Cuando se cimenta una idea vital la hacemos crecer, construimos un ideal propio, un sueño, un proyecto, una carrera hacia el fin que nos encumbre de alguna manera en nuestro propio sueño. Sin embargo, hay veces que cimentamos una idea equivocada, errónea, y de tanto que hemos estado construyendo sobre ella, decidimos seguir ascendiendo sin escucharnos lo que nos decimos.

Será cobardía, resignación o pasotismo, pero ahora solo queda ruido de hélices. El Estado de emergencia ha sido sustituido por la evacuación desordenada, con sus desertores de Saigón y su DEFCON 2 por misiles que podrían dispararse sin que nadie lo quisiera, desde lanzaderas que jamás pensamos que nos apuntarían sin ningún tipo de miramiento.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Intenté detener la hemorragia hundiendo más el cuchillo

Nos pusimos a andar rumbo al cine tratando de empezar una conversación, pero lo que en otro tiempo era simple y fácil, era ya algo muy difícil. Se adivinaba en cada pregunta la respuesta monosilábica que venía a continuación. Yo sentía irremediablemente que la estaba perdiendo sin poder hacer nada para evitarlo mientras trataba desesperado de mantener la situación actuando con una normalidad fingida. Pero no había nada que hacer, mi afán por hacerla feliz y por quererla hacía imposible el derribo en el que los dos éramos juez y parte. La sentía alejarse cada vez más, con cada palabra y cada frase, cada tentativa de conversación y cada recuerdo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

El mundo es grande

Me quedé un rato allí, disfrutando del momento y mirándonos fijamente, en silencio, disfrutando del tranquilo deleite de contemplar el pasado desde un taburete de bar, teniendo el lujo de poder mirar una fotografía como si se tratara de una ventana que me mostrara todo el camino que habíamos recorrido en aquel viaje mitad de locura y mitad etílico. Levanté mi vaso y brinde solo, fijándome en cómo se apoyaba hacía ya más de veinte años el Muerto cuando no era el Muerto.

lunes, 31 de octubre de 2011

Chelsea Hotel no.2

Bueno, supongo que esto es una sorpresa. Estaría bien decir simplemente que me acordé de tí sin más, pero sería mentira. Me parece incluso mejor y más digno decir que no me acordaba de tí hace un rato, y que tampoco entraba en mis planes pensarte ni luego ni mañana.

Sin embargo, mientras ordenaba un poco mi cuarto, aquí en mi casa, tiré de lo alto de una estantería un sin fín de papeles y una caja de Habanos donde meto las cosas que me ayudan a recordar, y entre todo aquel alboroto repentino me encontré con una carta fechada hace ya un tiempo, que venía de una avenida pero escrita desde Andalucía. El sobre tenía una frase que rogaba: ..."como ya te dije, lo prometido es deuda, y aquí me tienes escribiéndote"...

Quizás no nos prometimos escribirnos así, pero sí que prometimos no perdernos el uno al otro. Estos encuentros fortuitos con el pasado añejo le hacen a uno plantearse muchas cosas. Uno se fija primero en lo rápido que pasa el tiempo cuando se le pierde la cuenta, lo jóvenes que somos y hemos sido, inocentes, ingenuos, protestones y algo ignorantes.

En este tiempo hemos mantenido una amistad que se ha ido enfriando entre conversación y conversación vía electrónica, siendo ahora, mientras te escribo esta carta, cuando me doy cuenta de que ya no me acuerdo del color de tus ojos, no me acuerdo de cómo de blanca era tu piel, ni de cómo sentíamos sin sentir. Uno se acaba distanciando de la gente sin quererlo, así porque sí, sin que el empeño pueda evitar que aparezcan las lagunas del cansancio. Puede ser, con un alto margen de error quizás, que las cosas tengan que ser así, y no forzar a los hilos para que se crucen de nuevo cuando no deben.

Ya ves, ni siquiera sé si sigues viviendo en esta dirección o dónde. Ni siquiera me acuerdo de la expresión de tu cara en diferentes momentos. Creo que esto es forzar las cosas, o intentar algo de la nada sin ningún tipo de objetivo o fin, balas al aire o tarea de necios, y por eso esta carta se quedará donde debe, en mi caja de Habanos donde meto las cosas que me ayudan a recordar, y estos sellos que tengo aquí los guardaré junto a ella, por si acaso, en algún momento de debilidad o crecimiento, tengo la urgencia de enviar esta o tantas otras.

jueves, 27 de octubre de 2011

Slowly

Poco a poco las pieles se iban llamando y tersando unas a otras, mi brazo comenzó a descansar bajo su nuca, ella me giró la cabeza sutilmente, me asaltaba girando su cuerpo mientras con una pierna se asentaba en las mías. Todo se preparó como si fuera algo premeditado y se inició la guerra, el ataque, mientras sonaba desde dentro de la casa Slowly de Aute. Y fuimos bailando poco a poco, sin pausa pero sin prisas, despojándonos torpemente de aquellas horribles vestiduras hasta que llegamos al salón, al sofá, al dormitorio y a la cama.

"Por más que me encuentre un tesoro en las fuentes del Nilo, quiero bailar un Slow with you tonight [...]"

lunes, 24 de octubre de 2011

Fragmento: Reencuentro

Y colgó, y ahí fue cuando yo empecé a ponerme algo nervioso, tantos años sin vernos, casi diez, y ahora, así de pronto, estaba conmigo en mi ciudad, y me avisaba. Hacía tanto que no la veía que toda ella se me había descolocado un poco, como cuando dejas de ver a alguien por mucho tiempo y se te van moviendo sus facciones y gestos. Algunos me dijeron en su día, entre ellos el muerto, que eso se llama olvido, pero ahora eso no importaba demasiado. No esperaba que fuera la misma, me sentí de pronto como un náufrago que se encuentra en medio del vaivén de las olas una balsa inestable que formaba parte de su barco hundido y sobre la cual debía tirarse a morir.

Seguí bajando la calle hasta que llegué a la plaza. La divisé en seguida, ayudado también por la brasa del cigarrillo que tenía entre sus labios. Me acerqué intentando machacar mi nerviosismo con cada paso que daba hasta que me planté justo enfrente de ella, y me quede mirándola sin más, sonriendo. No había mucha luz, pero podía advertir el perfil de sus facciones gracias a alguna farola no muy lejana. Se me fueron quitando los nervios, me reafirme ante su sonrisa y ella se levantó y me abrazó con esa fuerza enmudecida, tan suya.

viernes, 21 de octubre de 2011

Novela sin título III

Y allí estábamos, casi veinte años después, con sus cenizas encima de la mesa del bar de Rodrigo, y con nuestras bebidas y nosotros mismos alrededor, mirándolas sin hablar de ellas, ignorándolas como si allí no hubiera nada, como si se tratara de un florero o un servilletero que no se merece más atención que una ojeada rápida de vez en cuando.

sábado, 15 de octubre de 2011

Where is my mind?

Me perdí en algún lugar entre mis temores y tus alucinaciones,
en algún lugar entre mis adentros y tus quereres,
en algún cielo más lejano que los metros que separan el final a partir de este punto,
en alguna avenida abarrotada de gente que camina dando tumbos,
en alguna ventana más próxima de las estrellas que del suelo,
en alguna droga mal mezclada,
en alguna intoxicación de ginebras,
en algún periodo de abstinencia mal llevado,
en alguna recaída ansiosa,
entre mil ríos de tinta mal desparramada sobre el papel,

Me perdí cuando empecé a confundirme a mi mismo dándole vueltas e importancia a la incertidumbre del futurointeréspasado hace ya suficiente.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Desquites para Siempre

Tengo dos hojas pequeñas,
amarillentas del ayer y el hoy.

Que por nuestro descuidado jardín,
corren descabezadas las palabras,
jamás dichas en apresurarse a salir.

Tengo dos hojas en blanco,
de papel amarillento,
sobre los que no cabría escribir versos,
de una belleza como la tuya,
dolida.

No quedan en esta isla desierta
más árboles de sombra y agua,
ni más anhelo de sexo caliente, ni de paseo,
ni de cantar.

Al menos, tuyo el deseo desierto,
tuyo es todo, pues yo no quiero nada
del pasado, ni siento ni quiero padecer.
Todo te lo dejo para que lo amoldes
y laceres inútilmente a tu aire y espectáculo.
para que los lleves por tus cauces tubulentos.

Pero, al menos,
déjame pedirte, solo una cosa.

Y es que empieces
cuando no quede de mí,
más que el sonoro recuerdo,

del portazo de salida.

viernes, 7 de octubre de 2011

Desboca las alegrías

Dormiremos con las botas puestas,
y el macuto armado.

Descansaremos con un ojo abierto
y otro entrecerrado, para no
perdernos en el reflejo
de las azules estelas que nos rodean
e invitan a la locura
y el desenfreno.

Seremos rudos, tajantes,
suaves y hermosos.
Nos revolcaremos como cerdos
entre mil elixires
de cien mil universos diferentes
hasta que nuestras cabezas estallen
como fuegos de artificios
en las noches de corta oscuridad.

Nos afanaremos en reventar
cada una de las baldosas
de este absurdo techo que nos oprime,
y saldremos escopeteados a presión hacia
el infinito de las mil y una pérdidas de sentido.

Que el destino no importa,
no importa el medio,
no importa el fin, todo
a partir de esos cánones resulta absurdo.

Importa el caos, la locura
y la aspereza despiadada
de cien mil alegrías sueltas y desgarradoras,
alocadas por nuestras conciencias
e impregnadas por el espíritu celeste
de miles de universos paralelos.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Reflexiones de la noche de las persianas bajadas

A veces, los clavos se sacan unos a otros sin quererlo, sin pensarlo y con el calor raudo de cuatro o cinco lágrimas traicioneras.

Hay veces que te desintoxicas de no verla, de no sentirla cerca y de perder de vista aquellos ojos. La opacidad de su recuerdo quita la ilusión y con la ilusión desaparecida, el olvido se abre paso para invitarte a tomar una caña en algún bar tranquilo, aburrido y de agridulces derrotados. Dejas de correr detrás de lo que buscabas y comienzas a otear otros destinos con un sucio y oxidado catalejo.

Pero, no dudes, que si por algún afortunado casual, vuelve a aparecer, no parecerá tanto el olvido, no sentirás ningún clavo en otro, que esas supuestas cuatro o cinco lágrimas se perdieron por estúpidas, parecerá poco el tiempo sin verla, y que aquellos ojos volverán a estar a la vista, el olvido enmudecerá y huirá desordenado, el detenerte no fue más que una parada en boxes para correr con más fuerza,

y te volverás a estremecer como siempre cuando vuelvas a ver los viejos puertos de destino

martes, 20 de septiembre de 2011

Misión para lo mínimo [0 difusión]

Lo mínimo sería encontrar lo que no soy capaz de ver. Que si mañana ardiera la Bastilla, y que si mañana tuviera que destrozar mi vida de alguna manera no estaría perdiendo el tiempo en estúpidas disculpas ni en consagraciones de lo ya sabido. Por suerte espero que gracias a ti, esta entrada sea la menos deseada y conocida de las que pueda haber, abriéndome nuevamente una puerta que yo creía cerrada desde hacía un tiempo demasiado grande e ilusorio.

Quizás los versos o las frases mejores se encuentran detrás de las palabras vanas e irreales emitidas por todos, quizás las frases más bonitas se encuentren escondidas entre los pedantes enunciados de "Los versos mas hermosos, más allá del colchón..." Aunque, en particular medida, no sea capaz de atrapar.

Que más decirte que no sea para darte las gracias, joder, que si no fuera por tu propio motivo no podría sentirme parte de algo que ha permanecido escondido. Nadie podría entenderlo ni nadie mirará ni entenderá como tú y yo, y eso es irremediable, por desgracia, ya me gustaría a mi hacer de estas letras algo vano y que pudiera venirse abajo sin más, pero no tendría absolutamente ningún sentido ni nada de INRI ni gracia.

Porque entre tus ojos de colores nublados se cuela todo lo necesario. Sin más, de una espalda impecable y una piel estremecedora.

Acción directa de último margen, ... homenaje de desesperado remiendo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

El peso de mis brazos en vuestros hombros (Elogio a la amistad)

Esto se podría escribir por obligación pero me parece, que, dadas las circunstancias, no será así.

Qué se os puede decir que no se os ocurra a vosotros mismos, compañeros viandantes de las avenidas de la muerte, a vosotros compañeros que sois capaces de divagar entre los humos y vapores de mi intoxicación, mis porteadores y sustentos de pie, tanto en las negras noches de desenfreno como en los días corrientes, aquí y en todas partes.

Qué os voy a decir que no hayais visto ya, entre las penumbras de mi ser y mis entrañas, entre los tambaleos ausentes de mi dignidad y amor dañados, magullados por algún que otro golpecito, que de la costumbre ya se cansaron de querer tumbar, y solo molestan un poco.
Y que en el alcohol se ahogan algunas cosas lo sabemos todos, pero no os engañéis, son solo juegos de niños, se reviven y se terminan por olvidar un rato, minutos pérdidos en la vida. Se olvida además, pírricamente, venciendo un tiempo a costa de perderlo todo, se olvida lo imposible, pero también lo que se ama (En muchos casos, tristes, siendo lo primero y lo segundo lo mismo), lo que se siente y todo, se olvida la vida entera.

Con los colegas de la vida, hombres y mujeres, no sé si por igual, pero desde luego todos como Dios manda, con todos ellos reflejados en estas lineas, que pecan de convencionales, pero también de obligada escritura, porque sentirse desfallecer y notar que hay algunos corazones que te hacen de colchón, eso no tiene o no debería tener ningún nada con lo que compararse

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Venus también lloraba

El amor es inexacto, cínico. Se basa en sucesivas dosis de pasión y desenfreno que pueden ir a pares o solitarias cual hidalgo, cabalgando su viaje por los paisajes de un pasado, y una ausencia presente, que desgarra los corazones de los hombres y las mujeres por igual.
El amor crea con su ausencia una estúpida divinificación, mentida entre el cristal ahumado de sentimientos secuestrados, en un zulo o directamente reprimidas y encerradas en un calabozo, junto con las verdades incómodas que no se quieren aceptar, o que se preferiría mantener bajo control aún sabiendo que, como cualquier orden establecido, no se puede mantener por siempre. Y allí permanecen, irreductibles, esperando con ansia el día del indulto y la liberación, el día en que puedan andar libres, sin miedo a ser vistas, los días de victoria y derrota.
El recuerdo, ya lejano y añejo de los ratos y momentos comunes, desaparecen de golpe en su presente, pero dejando siempre las cenizas de su rastro por todos lados, ensuciando y haciendo recordar lo que se sabe ya de sobra.Se pueden tapar, vetar, ocultar... pero siempre queda algo, si se tapa con una manta quedará la manta, si se veta, quedará el remordimiento en la concienci,a y ocultarlo dándole la espalda simplemente no vale de nada.
Supongo que Eso es eso que se siente cuando notas que una persona importa, y que si desapareciera, buena parte del sentido cotidiano de paseosofáysonrisa se iría con ella.

Y todos nos seguimos empeñando en su búsqueda, por mucho que Fortuna nos avise de que Venus también llora, y que sus lágrimas son tan ardientes que parece que es Vulcano el encargado de empujarlas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

What have I become, my sweetest friend?

Ayer me sumergí, entre estertores,
en las aguas
sobre las que normalmente sólo navego.

Até corto el olvido
y sentí solo la desazón
matutina y posterior,
desmaterializando mi conciencia
con alteradas pasiones y vicios comunes,
con la locura al ras de la lengua
y los ojos rojos y salados.

Porque, aún al trasluz de las cortinas
y la penumbra de las persianas mal bajadas,
pude ver por mi cuarto las verdades correr,
desenfrenadas y liberadas, quizás,
en el momento inexacto.

Decidí,
que mandar los temores al carajo era lo mejor,
estrellado contra un muro de hormigón,
con la furia y la alegría
de la cierta incertidumbre,
la incertidumbre del día siguiente,
la incertidumbre de las vergüenzas más allá de las gargantas.

Sin pensar antes ni ahora en el irrisorio perdón, disculpando todas las verdades necesarias.

Indignado a tí,
a tus ojos
y a tus nombres y cargos,
sujetos con alfileres
por los cantos dibujados
de las yemas de mis dedos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El atolladero

“Quizás el problema no se más que mi propio engaño”, volvió a pensar para sí mismo mientras redirigía la mirada de vuelta hacia la página en blanco, justo antes de que ella terminara de beber y le mirara buscando su mirada y su sonrisa complaciente. “Nunca se sabe hasta que punto es demasiado bueno dejarse llevar”. Se encontraba preso dentro de un laberinto que él mismo había construido tabique a tabique, tenía el mapa de salida, sabía exactamente que pasos debía seguir para salir de su atolladero, pero eso suponía demasiado sacrificio, y ahí era donde se varaba, en el horrible sacrificio de algo que complace y que convendría eliminar, aunque sonara horrible y, de hecho, lo fuera. Era elegir entre el amor propio o el amor ajeno, y entre medio de las dos la felicidad. La puta felicidad.

martes, 6 de septiembre de 2011

(Novela sin Título II (Nuevo proyecto))

Y no paraba de hablar, no paraba de enunciar una y otra vez diferentes enunciados, uniéndolos y formando su monólogo con un discurso estridente, cargado de fricciones, de un perfecto lenguaje y una gesticulación grande, se enciende un cigarrillo, habla,se detiene, da dos caladas, suelta el humo hacia mis punteras y al suelo que comparten nuestros pies, y continúa hipnotizándome. Yo respondo apenas con algún monosílabo, tratando de encajar mis síes y noes, entre los espacios que deja para dejar de hablar, fumar o asentir mientras absorbe el humo.

Entonces es cuando empiezo a desconectar y me centro en su iris y su ojo, en la tímida sonrisa imposible de reprimir que se me dibuja al clavarme a ella, concentrándome en los dos minúsculos puntos de noche que se dibujan en su rostro.

Todo comienza a ralentizarse, incluso parece que habla menos, o algo más lento, como si los minutos corrieran con pereza por mi reloj digital del móvil, ya de por sí retrasado seis minutos. Te miro sin hablar, no respiro, no siento el viento, no siento ni mi piel sobre mis músculos y huesos, solo siento tus ojos y todo lo que allí se me da cita.

Algún ente extraño, una especie de reluciente brillo en su expresión y rostro, en la comisura de sus labios, que con dificultad pueden ocultar los dientes, como si sonriera, como si transmitiera su actual sentimiento de plenitud a través de esos labios arqueados y esas comisuras alegres.

Se trata básicamente de un barranco, una pared, algo vertical, de lo que me despeño y caigo, deslizándome e introduciéndome en su acuosa pared, en su pozo sin fondo de extrañezas y terrenos baldíos y desconocidos aún.

Se te esquivan los ojos y hasta parece que sonríes tras tu vida, tras tus palabras, e incluso tras de mí.

domingo, 28 de agosto de 2011

Dedicado a la noche del 28

Septiembre afila sus afiladas armas,
mientras que un agosto,
bendito y caluroso,
se apresura a apurar
sus últimos días de vida.

No sé como te explicaré, querida amiga,
que Septiembre y sus cafeteras
y sus mesas de hogar,
me atraen mil veces más
que la fina y escurridiza,
pero suave,
arena de playa.

Uno no son dos
si otro no quiere,
y por eso me alegro de ver caer
dos o tres hojas,
tímidas,
y vanguardias de su tiempo e incomprensibles.

Porque,
no se que ingenuo dijo,
que los árboles deshojados son tenebrosos,
y no cálidos.

Quién dijo que un abrigo al viento gélido,
incomoda.

Y quién fue el primero en quejarse
del sol, perezoso,
y sus apariciones más breves,
para prestarnos un cielo
de estrellas mucho más largas,
y más brillantes de lo que algún imbécil desearía.


viernes, 26 de agosto de 2011

No se cómo explicar y no se cómo encontrar

No se como explicar,
que, a veces,
prefiero las pieles blancas,
que huyo de la rutina para entrar en otras
y que prefiero ciudades frías
a los cálidos destinos estivales.

Que al final echo de menos los males de amores,
igual que un desintoxicado echa de menos
los traicioneros amores que emanaban
de sus agujas envenenadas.

No se encontrar,
frontera o límite entre
tu piel y mis manos,
mi tacto y tu quietud,
no se cuando empiezo a acercarme demasiado
ni cuando me acerco lo suficiente para mí/tú.

Si te encontrara bien,
No sería yo de los que te prometiera
grandes destinos donde gobierne el buen sabor de boca
y lo empalagoso de besos de azúcar y tierras de ron.

Yo podría navegarte por canales trémulos,
abriendo válvulas que una mentes
y arroyando e inundando las penas y alegrías por igual,
desde la cima hasta el mar,
arrasando con todo aquello que nos oprima.

Aquello que puedo y hago de verdad

Pulir las baldosas
de suelos aeropuertos y estaciones de tren
con suelas de goma que no abrasan
y solo rozan lastimeramente.

Hartos los dos de las cuchillas
clavadas por nosotros mismos en la espalda,
y con las penas habiendo ya aflorado,
más de una vez,
desde los lacrimales a tu barbilla,
y siguen emboscadas a traición las controversias
y las malas emociones, a lo largo de este camino
incierto y estimulante.

Creo que no podría encontrar las palabras claves que me servirían para darme cuenta de que no sé cómo explicar aquello que siento, y que la perdición empieza por uno mismo desde las propias ventanas de los ojos tímidos enganchadas por un ligero trozo de tela que se hace resistente al tiempo y que no deja ver si quiera la evidencia de aquello que tenemos delante y podemos escribir de manera casi inconsciente y dormida.

martes, 23 de agosto de 2011

Escritura automática sobre las escaleras de Montmartre

Ven a besarme,
Hada de la calma negra,
mientras los ojos de la rabia-razón.

Te miran borrachos
bajo la claridad
de tus ojos.

Con tu pedante rechazo,
y la vida asomando vana
e indiferente.

Lo ridículo,
imposible de pararte ni el viento ni el tiempo.

Con las postales del amor escritas en lineas políticas de ojos rojos y escocidos,
etílicos de rígida nocturnidad e indescriptibles,
con la imagen de Montmartre,
Y con la lluvia mojando,
estos últimos versos
de papel mojado
e inútil.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Novela Sin título (Fragmento)

Recordarla y no tenerla allí, recordar lo feliz que había sido le entristecía. Poco a poco se había creado la idea falsa de que no la quería volverla a ver, de dar tiempo al tiempo y cerrar el espacio de los amantes, de deshinflar los sueños y dejar las pasiones en la mente, de no sacar nada hacia ella que los pudiera hacer caer en la chispa efímera de la ilusión.
Él podría morir mañana, fusilado como un perro. No quería otra cosa que cortar lazos, acabar con amorosas efemérides y no invertir en quimeras. Mirar al frente, ignorando las dolorosas puñaladas que el pasado le iba clavando en su espalda, esos puñales que le hacía mas duro. Si moría mañana, preferiría que fuera en silencio, sin que llegaran a sus ojos letras vivas, desfasadas con su propia muerte, no quería aquello, no quería escribir cartas diciéndole que aún la añoraba, que no podía evitar soñarla o tenerla en su imaginación, que sus fantasías fueran estar los días juntos, colocando las piedras de una vida juntos, y que todo lo borrara la muerte.
Por eso no escribía, no escribía porque, poco después del fin, decidió que no servía de nada crear ilusiones vanas que tuvieran las bases de humo, había que resistir, había muchos males que vencer y con los que era imposible vivir.

Un buen día, tras leer el último "te echo de menos" con respuesta, decidió que sería mejor dejar los tequieros, las emociones y los sentimientos dentro de los tubos de tinta.

El Regreso

Volvió esquivando las estrellas,
sin avisar de la hora de llegada.

Volvió desnuda,
con su piel iluminada
por el bromuro de plata.

Volvió sin decir nada,
en silencio,
acompañada del danzar incandescente
y la música, del crujir de maderas
y grillos.

Volvió sin más vestiduras,
que la negrura de sus ojos,
y su manto de estrellas.

lunes, 15 de agosto de 2011

Piropo a la tristeza

Pocas personas nacen para escribir felicidades.

Cada cual se obsesiona con sus propios temas, así que, iros a la mierda, y no crucéis las puertas de mis páginas si no queréis llorar o sufrir. No entréis aquí buscando solo felicidad, simplemente, no entréis buscando nada. En mis letras no encontraréis consuelos sino realidades, no veréis demagogia ni amor verdadero por ningún lugar.

Entrad sabiendo que leéis entrañas, sensaciones y cosas que pocos quieren ver o aceptar, y se engañan. Cosas ajenas, ajenas incluso a mí mismo, lecturas objetivas y profundas, odas a la muerte, los sueños e, incluso, la esperanza. Todo hecho propio, y naciente en el exterior a mi ser.

Nadie os cerrará ni os negará nada, sois libres de hacer lo que queráis aquí, pero ni yo, ni los enfermos reales, tienen la culpa de lo que podáis llegar a sentir o experimentar en nuestro viaje.

domingo, 14 de agosto de 2011

Los guiños de la despedida

La última vez que la vi,
yendo por sus cosas,
maletas y recuerdos.
Habiéndonos despedido ya mil veces.

Nos abrazó a todos,
camuflando el adiós
con el hasta siempre.

Y mientras se alejaba,
no se si recuerdo
o quiero recordar.
Que giró la cabeza atrás.

Con rapidez,
buscando mi mirada.
Y su rostro dibujó una sonrisa
en mi rostro.
Y una mueca en mi corazón apareció
sin avisar, para quedar allí.

La última imagen que tengo,
es la de su rostro girado,
buscando sus ojos mis ojos mis ojos
y viceversa.

La última imagen que tengo
es su rostro,
con un mechón cruzado al viento
y una sonrisa tierna.

Una sonrisa de compasión, amistad, amor, alegría, deseo


y para el recuerdo.

domingo, 17 de julio de 2011

Barrido de Realidad Amorosa

El vacío lo inundó todo de golpe,
con el silencio y el apoyo infame,
del mal sueño y la inquietud.

Aterrizó de nuevo
en mis olvidados aeropuertos,
recordándome lo idiota
de mis esfuerzos,
y la inutilidad de la insistencia
del antes y el ahora.

Tras un duro paréntesis
de realidad y verdad en el ambiente,
alimentando anhelos inútiles,
inútiles, incluso,
de haber triunfado
en las batallas, que nunca
supe controlar.

Engañado con las migajas de siempre,
algo que podría hacer bien
y que nunca pudo ser.

Con la distancia primaria de los años de dos vidas sufridas y desfasadas, alejadas, por ciento de aires y tierras diferentes y por cientos de kilómetros inabarcables.


[71711]

miércoles, 6 de julio de 2011

Miradas

Hay besos que no
precisan mas allá de una mirada,
furtivos, sonrientes y
fugaces.

De mirar y no mirar,
moviendo las ilusiones
a través de callejas oscuras
y estrechas,

Sosteniendo la mirada y apuntalando la ilusión.

lunes, 4 de julio de 2011

Para los dos

Ese abrazo tuyo,
bajo y mullido al pecho,
con el amor y el calor
del cuerpo al cuerpo,

Encogiendo de miedo al terror,
y dejando paso a la paz,
portero de las buenas emociones.

Ese abrazo mio,
fuerte como el hambre,
alto y duro,
pero cálido como el sol
de una primavera recien cortada,

Queriendo proteger y querer
al amigo, al pariente y a tí,
que fuistes la que empezastes.

ese abrazo tuyo/mío/nuestro

sábado, 2 de julio de 2011

Esos Puntos suspensivos.

La pena podría inundar
y desbordar el mundo.

Nunca antes odié tanto
como amé al que
tenía delante de mí.

Y es que,
eres tú la insondable
profundidad de este lago de tierra,

con tus llamas, tus pasiones y tus penas,
que de tanto calentar,
me queman. En medio
del vapor de la difusa amistad
compartida.

Paz y remiendos,

con esa ambigua sensación
del amor a flor de piel,
y la lengua, presa
entre los dientes.


Te odio tanto
porque nunca imaginé
que la dependencia existía,
hasta que me presentaste
ese tambor que suena,
a ritmo constante, en tu pecho.

Te odio tanto porque nunca pensé, que la soledad, contigo cerca (a mi vera, delante, detrás, arriba o abajo),

se convirtiera en algo tan sumamente relativo

domingo, 24 de abril de 2011

Manifiesto de Amor

Porque qué más da si un día no te veo (e incluso dos). Está claro que no mataría por ti, que no soy tan estúpido como para tenerte omnipresente en mi vida y que no me gusta clamar tu nombre y lo mucho que te quiero por ahí, porque sí, te quiero, tu hazte la tonta, y que parezca que no te das cuenta.

Puedo decirte también algo parecido a que me tienes preso de ti, encarcelado en tu prisión de amor, con el único delito de quererte más que a nadie, y que solo con verte sonrío... pero es mentira, cuando te miro no sonrío, me acojono con el simple hecho de tenerte cerca, y lo de la prisión simplemente me parece completamente absurdo y cursi, qué quieres que te diga.

Porque el amor no es mandarte flores, hacerte favores, apoyarte ni secar tus terribles lágrimas. Amar no es nada de eso, no es follar no es decirte “quiero dormir a tu lado para sentir tu calor, y con eso me basta”. ¿Qué queréis? ¿Qué os diga que es el Amor? ¿Como queréis que sepa Yo ni nadie la definición de amor cuando para cada uno de nosotros es algo diferente? Desde luego sois unos ingenuos muy temerarios.

Vamos a ser sinceros, el amor no es nada de esto, no hay una definición universal, pues existen desde significados dolorosos como las cuchillas hasta empalagosos como el mousse de chocolate. El amor es sentir que cuando ves a esa persona en cuestión (En este caso tú) ser capaz de seguir sintiendo ese acojonamiento, ese cobarde sentimiento de culpabilidad mezclado con una valentía que se queda en el pensamiento. Que cada roce es como aire, un soplo de brisa veraniega, una lagrimita al mar.

¿Qué por qué escribo esto? Pues por amor, que eres idiota, te escribo e insulto con todo el amor y el cariño que puede fluir ahora mismo de mí.

Los abajo Firmantes:

Ignacio Gallello, -Toma el lápiz y firma si total, tenemos goma de borrar.