sábado, 2 de julio de 2011

Esos Puntos suspensivos.

La pena podría inundar
y desbordar el mundo.

Nunca antes odié tanto
como amé al que
tenía delante de mí.

Y es que,
eres tú la insondable
profundidad de este lago de tierra,

con tus llamas, tus pasiones y tus penas,
que de tanto calentar,
me queman. En medio
del vapor de la difusa amistad
compartida.

Paz y remiendos,

con esa ambigua sensación
del amor a flor de piel,
y la lengua, presa
entre los dientes.


Te odio tanto
porque nunca imaginé
que la dependencia existía,
hasta que me presentaste
ese tambor que suena,
a ritmo constante, en tu pecho.

Te odio tanto porque nunca pensé, que la soledad, contigo cerca (a mi vera, delante, detrás, arriba o abajo),

se convirtiera en algo tan sumamente relativo

1 comentario:

  1. Dios!! Es genial, tiene versos inmortales!!
    No quiero que dentro de unos meses me vengas diciendo que es mierda porque me acabas de enamorar ;)

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