jueves, 22 de diciembre de 2011

Parte II: El Sitio

-Hace casi seis meses que no nos vemos en condiciones.

No debí darle jamás aquellas copias del portal. Me detuve en seco y me quedé allí mirándola.

-¿Qué haces aquí?- pregunté sin poder disimular mi asombro. Estaba viva, increíblemente viva.
-Vine a visitarte, ¿No te alegras de verme?
-Dame esas llaves ahora mismo.

Ella sonrió y sacó de su bolsillo un par de llavez plateadas unidas a una argolla. Las sostuvo un rato y me las tendió.

-Cógelas, son tuyas- dijo mientras seguía sonriendo y mostrando esos dientes malvados.

Me removí un poco en mi incómodo abrigo de invierno, la última venda era insoportable, y me obligaba a tener el brazo pegado al cuerpo en todo momento. Me ponía muy nervioso sentirme invalido aún. Extendí mi brazo izquierdo, cogí las llaves y me las lleve al bolsillo.

-¿Vas a volver pronto al frente?- preguntó con desprecio, ya no sonreía.
-En cuanto se cure mi brazo.

Fuera comenzaron a sonar sirenas y detonaciones. Los disparos lejanos eran algo a lo que uno se termina acostumbrando, hasta el punto de que no se da más cuenta de ellos.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Opress by the figures of beauty

Cada vez que apareces en un sueño, parece que es para alquilar una habitación individual en mi mente, aunque solo sea por unos pocos días.

Ya se acabaron las largas estancias en salas comunes, los largos paseos calle arriba, calle abajo y las travesías en metropolitano de tu estación a la mía. Ni mi amarrar en tu puerto ni las noches de teclado, auricular o lengua se salvan de esta purga.

Tus visitas no son más que rellanos de esta escalera, este camino hacia el suelo desde el mundo de las ideas a lo terrenal, que se interrumpe y reanuda constantemente cuando termina otra serie concreta de escalones.

Poco a poco, peu à peu, sin más, llegará un momento en el que quizás ni nos acordaremos de la existencia del otro, de la antítesis de esta tesis reforzada.

Te recuerdo, sí, te evoco en cada rellano de escalera, en cada descansillo.

No eres más que una ilusión, una ilusión fundada en sólidas bases, pero una ilusión a fin de cuentas.

Me dispondré a seguir pisando escalones para que tu hagas el chek-out y te marches de mi pensión de mala muerte, lo dejaré pasar ahora, pero en un futuro no habrá deseo o zaguán que te mantenga cerca más de la cuenta.


Vamos allá. Creo que es la primera vez en mi vida en la que subir, se tornaría mil veces más fácil que bajar, pero toca bajar, los tiempos de ascenso parecen ya lejanos.

Al menos, estas visitas traicioneras, cada vez ocurren con menos frecuencia

Buenas noches, chica.


Try to kill it, all away,
But I remember, everything.

martes, 20 de diciembre de 2011

Te quiero, más o menos, pero te quiero

Hoy se me ocurrió dormir un poco más, mal asunto.

Acabo de desvelarme, después de que se desvaneciera ese halo de misterio que tienen los sueños, justo cuando te despiertas y parece de verdad, como si soñaras despierto y te lo creyeras.

Aún resuena infantil y dulce tu voz, mientras me preguntas el por qué del tequiero, que en un delirio se me ocurrió grabar con permanente en la carátula de un CD tuyo, de canciones de amor grabadas, que no recuerdo, y descargadas ilegalmente.

Tú me preguntas el motivo del por qué, en ese tono que ya conozco, y justo después, me miras una milésima para después desviar tus ojos a otra parte, como huyendo.

Unos segundos después de abrir los ojos, se me ocurrió que, quizás, querrías venir al cine un día de estos. Pero quemé mi valentía demasiado rápido elucubrando y preparandome a construir castillos de naipes otra vez.

Pero los "Y si...?", "Quizás...", y los "Pudiera ser..." se antojan más ridículos que nunca.

Te acabo de ver, en ese mismo sueño, alejándote por una calle neblinosa, gris, por la que antes yo también caminaba contigo, cuando me parecía el mejor lugar del mundo. Te ibas andando tranquila, sola, dándome la espalda. Aunque no me quedó claro si habías empezado a alejarte o si yo dejé de andar a tu lado.

La única esperanza que tengo es que eso no ocurrió antes de que yo escribiera mi tequiero sobre tu música, mientras que tu atendías distraída a otras cosas, tu andar distante no era el final del sueño, era solo otro evento que ocurría entre mi andar junto a tí, y mi tequiero repentino.

Me alegro de haberlo escrito enseguida, por la mañana no me hubiera acordado de nada. Te quiero, chica.

Buenos días a las 6:46


And that was called love for the workers in song
probably still is for those of them left.

Ah but you got away, didn't you babe?,
you just turned your back on the crowd,
you got away, I never once heard you say,
I need you, I don't need you,
I need you, I don't need you
and all of that jiving around.

viernes, 16 de diciembre de 2011

"Post Data para la visual desconocida" Carta al Muerto

Y que esperas que yo te diga de ella, si todo lo que te haya podido decir lo dije ya. Que ya después de elogiar y mamar de las loas que me cuentas de esos ojos, que "se cogen de la mano sin darse cuenta", poco queda ya que decir o animarte a hacer.

Ni siquiera sé del color de esos (tus) ojos, ni si el rubio del que me hablas (tu rubio) no es más que el fruto de un delirio, más profundo que deseado.

No sé si merecerá (mereces) la sangre o la tinta aquella de la que hablas, lo que si sé es que sí merece (tú) la pena.

Me darás la razón, simplemente porque muchas veces la tienen los ignorantes, los que miran desde fuera, el público, los que no conocen...

Ay, Muerto, que vida, amigo. Me alegro de que andes colgado de ciertas faldas rubias o verdes o azules. Más que nada porque, como ya dije, a mi parecer de ignorante, es (eres) lo que mejor encaja con este puzzle incompleto, de piezas que a veces recortamos, para que todo encajara a la fuerza y mal. Ahora quizás, las piezas no tengan que ser limadas o retocadas, quizás encajen, simplemente, sin más.

Un gran abrazo, compañero, espero verte todavía.

P.D: También a vos, señorita desconocida después de todo, pero agradable y bella como seguramente seas, ya que me contaron, sin exagerar, que hipnotizas a muertos, viajeros y vivos por igual, siendo a veces estos, todos uno. Y es que en esto de la belleza no basta a veces con ver, a veces solo basta con escuchar las vehementes palabras de un loco, porque aquí no existen los expertos, solo los escritores y los enamorados, y ahora también, los dos en uno.

Carta de Respuesta a: http://tenegroconleche.blogspot.com

viernes, 2 de diciembre de 2011

Bastan milésimas para perder el control, el resto del segundo simplemente sobra.

En momentos como estos, los recuerdos que se quieren tener son muy exclusivos. Hay personas que pueden llegar a pensar que una vida se compone de la cantidad de cosas que se han hecho, y yo les digo simplemente que se equivocan.

Simplemente no, ahora, más que nunca, sé que una vida se compone de los momentos en los que te sentiste arder, como si miles de hojas secas se prendieran de pronto dando de lado a la razón, una vida se compone de los momentos en que notaste una presión desde la boca del estómago hasta la garganta.

Sé mejor que nadie, y ahora más que nunca, que mi vida se compone de la cantidad de veces que sentí perder el aliento de golpe, sabiendo que amaba a alguien. Sin más.