viernes, 4 de noviembre de 2011

El mundo es grande

Me quedé un rato allí, disfrutando del momento y mirándonos fijamente, en silencio, disfrutando del tranquilo deleite de contemplar el pasado desde un taburete de bar, teniendo el lujo de poder mirar una fotografía como si se tratara de una ventana que me mostrara todo el camino que habíamos recorrido en aquel viaje mitad de locura y mitad etílico. Levanté mi vaso y brinde solo, fijándome en cómo se apoyaba hacía ya más de veinte años el Muerto cuando no era el Muerto.

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