miércoles, 14 de septiembre de 2011

Venus también lloraba

El amor es inexacto, cínico. Se basa en sucesivas dosis de pasión y desenfreno que pueden ir a pares o solitarias cual hidalgo, cabalgando su viaje por los paisajes de un pasado, y una ausencia presente, que desgarra los corazones de los hombres y las mujeres por igual.
El amor crea con su ausencia una estúpida divinificación, mentida entre el cristal ahumado de sentimientos secuestrados, en un zulo o directamente reprimidas y encerradas en un calabozo, junto con las verdades incómodas que no se quieren aceptar, o que se preferiría mantener bajo control aún sabiendo que, como cualquier orden establecido, no se puede mantener por siempre. Y allí permanecen, irreductibles, esperando con ansia el día del indulto y la liberación, el día en que puedan andar libres, sin miedo a ser vistas, los días de victoria y derrota.
El recuerdo, ya lejano y añejo de los ratos y momentos comunes, desaparecen de golpe en su presente, pero dejando siempre las cenizas de su rastro por todos lados, ensuciando y haciendo recordar lo que se sabe ya de sobra.Se pueden tapar, vetar, ocultar... pero siempre queda algo, si se tapa con una manta quedará la manta, si se veta, quedará el remordimiento en la concienci,a y ocultarlo dándole la espalda simplemente no vale de nada.
Supongo que Eso es eso que se siente cuando notas que una persona importa, y que si desapareciera, buena parte del sentido cotidiano de paseosofáysonrisa se iría con ella.

Y todos nos seguimos empeñando en su búsqueda, por mucho que Fortuna nos avise de que Venus también llora, y que sus lágrimas son tan ardientes que parece que es Vulcano el encargado de empujarlas.

1 comentario:

  1. "Y todos nos seguimos empeñando en su búsqueda, por mucho que Fortuna nos avise de que Venus también llora..."

    Qué elegancia,chico! ;)

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